Lavarropas y Secarropas
Cuando hablamos de lavarropas y secarropas debemos tener en cuenta a la hora de elegir.
LAVARROPAS
El espacio: calcular el lugar que vamos a destinar para el equipo. Pensar a futuro, ya que se trata de un electrodoméstico que puede acompañarnos durante muchos años.
La cantidad de carga: hay lavadoras que soportan hasta 5 ó 6 kilos y están las más potentes de hasta 10 kilos. Es importante evaluar cómo es el uso de las prendas y la cantidad de ropa sucia por semana.
El tipo de carga: los lavarropas pueden ser de carga frontal o carga horizontal. Los de carga superior suelen ser más angostos, por lo tanto, ocupan menos lugar y permiten pausar el lavado para agregar más ropa en cualquier momento.
El centrifugado: la cantidad de revoluciones por minuto (RPM) que tenga es otro dato importante. Determina que tan seca queda la ropa después del lavado. Para quienes no tienen un lugar para colgar la ropa, es ideal que quede lo menos húmeda posible.
Función anti-arrugas: a mayor velocidad de centrifugado mayor será la cantidad de arrugas en las prendas, pero hoy muchas máquinas vienen con la función anti arrugas o control de centrifugado para medir su intensidad.
Time manager: permite controlar el tiempo de lavado. Podemos decidir cuánto tiempo queremos destinar al lavado de las prendas en relación a la suciedad y al tiempo que disponemos.
Secarropas
Capacidad de carga: Procura que sea un poco superior a la de la lavadora, porque en la secadora la ropa entra mojada y pesa más.
Coste: Como pasa con todos los electrodomésticos, a la hora de valorar el coste hay que tener en cuenta, no solo el precio de venta si no también el consumo.
Consumo energético: Para elegir el mejor modelo en lo que respecta al consumo energético debes fijarte en la eficiencia en el consumo, ya que cuanto más eficientes sean consumirán menos energía, lo que se traduce evidentemente en un ahorro económico. Fíjate en que el modelo que estás comprando lleva el distintivo A+++, que es el mejor, o al menos busca que no sea inferior a la C, ya que a partir de ahí notarás el terrible error cuando llegue la hora de pagar las facturas de la luz y del agua.
Dimensiones e instalación: Otra característica que debes comprobar es si la secadora tiene algún requisito a la hora de instalarla. Por ejemplo, si es de evacuación ten en cuenta la salida del tubo, o si es de condensación con opción de desagüe deberá estar cerca de la salida de agua.
Programas: Existe un falso mito que dice que la secadora estropea la ropa. En realidad, salvo ciertos tejidos que no se deben meter, el resto no corren ningún peligro utilizando el programa adecuado. También es importante la exactitud con la que la secadora se ajusta a sus programas, es decir, que el grado de humedad de la ropa sea el que indica el programa.
Otras prestaciones:
También puede ser un criterio de elección otro tipo de características como:
Características de la puerta, con protección para niños o que se pueda invertir el sentido de apertura (de manera que sea más fácil cuadrarlo con la lavadora).
Programa antiarrugas: consiste en que el tambor gira ligeramente una vez acabado el secado para evitar que se formen arrugas muy marcadas.
Aviso de limpieza de filtro: con esta función evitas tener que limpiar el filtro con cada secado, solamente cuando la máquina te avise.
Comienzo retardado: poder programar la secadora para que empiece a determinada hora.