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Jarras Eléctricas

Las jarras eléctricas son un pequeño electrodoméstico que poco a poco se está ganando un hueco en más cocinas gracias a su enorme utilidad en el día a día, no solo para preparar el té o cualquier infusión.  Su función, al fin y al cabo, es la de calentar y hervir agua muy rápidamente, una tarea más que recurrente en cualquier rutina doméstica.

Antes de elegir un modelo conviene fijarse en los siguientes aspectos:

  • Tamaño, peso y capacidad. Las dimensiones aquí importan menos que en otros electrodomésticos, si bien hay que tener en cuenta, como siempre, que tendremos que buscarle un sitio en la cocina. Lo ideal es que permanezca en un emplazamiento fijo, pero de no ser así necesitaremos espacio en el armario. El tamaño está ligado a la capacidad total, siendo un litro el mínimo recomendable, si queremos darle más usos que simplemente hacer un té.
  • Materiales. Nos interesa que sean duraderos, de calidad y que transmiten y conserven bien el calor, sin que eso repercuta en la seguridad. Los materiales más sólidos y herméticos suelen ser más pesados -y pesará más al estar la jarra llena-, aunque por lo general conservan mejor el calor. Por supuesto, deben ser inoxidables, y el asa de un material que se mantenga frío.
  • Potencia y velocidad. Un hervidor potente y eficiente tardará muy poco tiempo en llevar el agua al punto de ebullición, incluso por debajo del minuto. Los modelos más actuales cuentan con modos especiales de calentamiento rápido o zonas de ebullición. Por lo general, nos interesa una potencia de unos 2000W-2600W.
  • Ergonomía y manejo. Para usarlo a diario, el hervidor debe resultarnos cómodo de manejar incluso con una mano -si no es muy grande-, ajustándose bien a la base sin obligarnos a hacer un gran esfuerzo. Ayuda que sea una base de 360º y apta para diestros y zurdos. Se aconseja un asa sólida, más bien grande, que ofrezca buen agarre y estabilidad, así como una tapa de fácil llenado y una boquilla de salida cómoda, mejor si es antigoteo.
  • Seguridad. Tratando con aparatos eléctricos y agua hirviendo, la seguridad no se puede pasar por alto. Además de tener en cuenta los materiales y si el hervidor permanece frío o si se calienta en exceso al tacto, podemos priorizar un modelo con funciones especiales de seguridad, como el control preciso de la temperatura, el apagado automático o las señales acústicas o luminosas.
  • Funcionalidades y extras. Pueden sumar puntos a favor detalles añadidos como el incluir interruptor manual -no todos tienen-, una ventana para visualizar el nivel de agua, pantalla digital, iluminación LED, marcador de la temperatura, filtros especiales o para hacer infusiones, recogecables, etc.
  • Estilo y diseño. La elección del diseño es más personal y depende un poco de nuestro gusto. Hay jarras que cuidan mucho la estética y pueden encajar también como elementos decorativos de la cocina. Además nos podemos fijar en si son totalmente opacos o con un cuerpo transparente, y su facilidad de limpieza.